Anteriormente en Destino: Texas...
- Los Wans emprenden viaje hacia Houston, pero Noah quiso salir del coche para cruzar la línea de estado entre Maryland y Virginia, y, gracias a eso, se quedaron sin gasolina, de modo que no pueden entrar ni salir del coche. Phil está dentro y Donna, Patrick y Noah están fuera pasando calor.
AYUDA
- Este viaje no va a funcionar, mamá. -dijo Patrick
- ¿Cómo que no funcionará? Déjate de tonterías, tenemos que encontrar una manera de llegar a una gasolinera. -exclamó Donna, nerviosa- ¡¡¡¡Phil!!!! ¡Escucha! Tienes que mirar en el móvil si hay gasolineras por aquí cerca!!! -gritó la mamá Wans para que se la pudiera oír desde dentro del coche.
- ¿Cómo que no funcionará? Déjate de tonterías, tenemos que encontrar una manera de llegar a una gasolinera. -exclamó Donna, nerviosa- ¡¡¡¡Phil!!!! ¡Escucha! Tienes que mirar en el móvil si hay gasolineras por aquí cerca!!! -gritó la mamá Wans para que se la pudiera oír desde dentro del coche.
- Cariño, hay una a dos kilómetros de aquí dirección norte. Si seguís adelante un o dos kilómetros veréis a la derecha una gasolinera Galp.
- Genial, eso nos soluciona lo de la gasolina, ¿pero lo de abrir la puerta?
- En la gasolinera tenéis que conseguir un abrellaves, debe de haber uno por ahí, o sino un poco más adelante vais a la oficina telefónica y que os den permiso por llamar.
- Ni hablar. Nada de esto va a funcionar, Patrick tiene razón. Tenemos que seguir o se nos hará muy tarde -concluyó Donna al final.
- Tenemos que empujar. -propuso Noah
- ¿Empujar? Qué te pasa -se burló Patrick
- ¡Claro! A caso no habéis visto "Pequeña Miss Sunshine"? Sobreviven a un atasco en la carretera con una camioneta Volkswagen de los 80, empujando toda la familia como un equipo, y consiguen ponerla en marcha. Esta carretera es de bajada, así que nos dará para llegar al menos a la gasolinera y allí poner gasolina y conseguir el abrellaves.
- Olvidas un detalle, hermano. Esto no es una camioneta Volkswagen de los 80, esto pesa como un muerto, no vamos a poder con tres personas.
- No podemos con tres, podemos con más -dijo entusiasmada, Donna- tenemos que parar a gente para que nos ayuden.
- Donna, ni se te ocurra. Vamos a hacer el ridículo. Menuda vergüenza. -dijo Phil desde el asiento delantero del coche.
- Estás en el coche, no puedes impedirme nada. Vamos a hacerlo. Patrick, extremo este. Noah, extremo oeste. Yo me quedo al lado del coche haciendo señales para que nos ayuden. Vosotros dos desde los dos lados vais señalándome a mí y al coche. Espero que la gente lo entienda, o vamos mal.
- Donna, ¡ni se te ocurra! -se enfadó Phil.
- No tenemos otra opción, Phil. No vamos a salir de aquí si no es caminando y yo paso con estos dos vagos que tenemos de hijos y a cuarenta grados, y tú aquí con asiento acolchado. Ni hablar.
Donna, Patrick y Noah Wans se pusieron a hacer señas en la carretera GBK239 de Maryland - Virginia.
La gente los miraba mal y casi causan un accidente. Decidieron ignorarlo de immediato y siguieron haciendo cosas raras. Estuvieron casi media hora, y justo cuando se iban a rendir, un Lange Rover rojo se paró ante ellos. De éste salió un hombre de unos 50-55 años, con voz grave, y les habló, empezando por Donna.
- ¡Hola! Problemas de viaje, ¿eh?
- Vaya, pues sí, jaja. Le agradezco que haya parado, solo nos tiene que ayudar con una cosa. Bueno, presentación breve: soy Donna Wans y estos son mis dos hijos, Patrick y Noah. Mi marido Phil está en el coche, nadie puede entrar ni salir.
- Lo que decía, problemas. Terry Sylvester, camionero. Encantado. ¿En qué tenía que ayudarles?
- Haber, es sencillo. La camioneta no tiene...-
Un sobresalto detuvo la voz de Donna hablando, ya que el camión de Terry Sylvester empezó a rodar carretera abajo, y los Wans se apartaron gritando.
Phil Wans estaba en el coche, donde el camión tropezó. El camión rozó la parte lateral del coche familiar, y Phil estaba dentro.
El camión de Terry siguió rodando y cayó sobre el prado que había después de la carretera. Nadie se atrevió a decir ni una sola palabra, excepto Donna, que fue, gritando, a cien por hora a la puerta del conductor del coche de los Wans, a ver si su marido había sobrevivido.
CONTINUARÁ...
CONTINUARÁ...
mmmmmestas vacilant?? dios quina intrigaa jope:( jajajaja genial joan
ResponderEliminarDe eso se traataa..!! :33
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